Parece que del calor no queda más que un lejano recuerdo en tierras españolas, ya el frío y las bajas temperaturas se han ido apoderando de toda la Península, aunque en su promedio en España se perciben consecuencias evidentes del cambio climático, como hizo público la Agencia Estatal de Meteorología hace algunas horas, señalando que el pasado mes de Octubre fue el décimo más cálido en temperatura promedio en toda la historia del registro.
Este año ha tenido particularidades climáticas que evidencien la transformación del clima en todas las latitudes, os hemos contado de las horribles sequías que se viven en Etiopía o en Guatemala, en el mundo hemos visto inundaciones sobre pasando valores posibles e históricos, y si bien es probable que esta magnitud de consecuencia no tengamos que sufrirlas aun por tierras españolas, si es evidente que hay características climáticas que han ido transformado sus promedios con el incremento del caliento global.
En el mes de septiembre se vivieron las temperaturas más altas de la historia de España durante ese periodo de tiempo, rompiendo todo tipo de records en varias regiones del país, también se afirmó que este sería el año más caluroso de la historia en promedio general, pero ahora para seguir encendiendo las alarmas climatológicas este mes pasa a la historia como uno de los más calurosos de la historia, así como también un mes que disminuyó el promedio de lluvias en un 29%.
El promedio de temperatura anual en España durante el mes de octubre marcó en los termómetros de AEMET 17,4 grados centígrados, dejando así un registro térmico superior a la media histórica de 1,5° algo no solo alarmante, teniendo en cuenta que las variaciones meteorológicas son mucho menos marcadas, sino que también llama la atención que en lo que va del siglo XXI se ubica en la séptima posición, mientras que en el siglo pasado solo en tres años se superó este promedio.
Es evidente que el clima se ha ido transformando, generando temperaturas más extremas con cada vez más frecuencia, parecería que las estaciones transicionales están destinadas a ser una prolongación del invierno y el verano, sin que se viva una transformación gradual de las temperaturas, cosa que antiguamente era mucho más gradual, y ahora parecería tener cambios por horas.
En casi todo el territorio español se presentaron temperaturas elevadas con respecto al promedio, principalmente en el centro y sureste, en donde oscilaron las mediciones térmicas entre cálidas y muy cálidas, tal cual como sucedió en la Meseta Norte, Cataluña, Galicia o Baleares, mientras que en las regiones cantábricas o en el interior del valle del Ebro se mantuvieron climas oscilando dentro de los promedios normales o en algunas regiones un poco más fríos de la media histórica.
Por su parte en las Canarias el clima fue predominante frío en las zonas bajas, mientras que en las islas de mayor relieve se presentaron bajas temperaturas en las zonas altas. Las anomalías en las temperaturas también afectaron a Madrid, Castilla-La Mancha Extremadura, Andalucía, Valencia y el sur de Castilla León en donde la temperatura se alteró en más de 2 grados, mientras que en el interior de Asturias, La Rioja, Cataluña y Baleares la diferencia con el promedio histórico fue solo de 1 grado centígrado.
En cuanto a las precipitaciones también se modificaron los promedios de manera contundente, las lluvias en este mes solo registraron 56 litros por metro cuadrado en toda España muy por debajo de los 78 litros que solían caer en esta época del año, lo cual significa un mes un 29% más seco de lo que usualmente se registraba durante el mes de octubre, de acuerdo al registro histórico de AEMET.
En términos generales las lluvias se comportaron de manera muy desigual en toda España, teniendo solo tres episodios de precipitaciones intensas, mientras que el resto fueron cayendo en todas las regiones de manera desordenada y esporádica, con mucha menor intensidad de lo que se registra en el archivo de AEMET.
Todas estas variaciones climatológicas son producto del calentamiento global, las transformaciones en las mediciones meteorológicas no son exclusivas de España sino que por el contrario todos los países del mundo, en mayor o menor medida están presentado serias alteraciones y anomalías en sus promedios históricos.