Guatemala al borde del colapso por las sequías

El fenómeno del Niño que ha afectado a todo el Globo, ha tenido mayores consecuencias en algunas latitudes, este es el caso de Guatemala, en donde gran parte de su producción agrícola y ganadera han quedado pérdidas por la sequía, haciendo que los precios de los alimentos se vayan a las nubes, así como también que en muchos casos comiencen a escasear.

Desde el año 2012 la zona más productiva de ese país se encuentra viviendo una de las peores sequías de la historia, afectando una región conocida como el Corredor Verde, el cual consiste en una franja históricamente fértil que atraviesa gran parte de América Central, ya que tanto El Salvador, Honduras, Nicaragua como Guatemala aprovechan en sus respectivas regiones la fertilidad de estas tierras.

En el caso de Guatemala esta Corredor abarca más de siete departamentos, y es considerada particularmente como una de las zonas pobres de ese país, pero lo más peligroso es que más del 80% de las cosechas se han perdido en los últimos años, generando que desde algunas Organizaciones No Gubernamentales y desde el propio estado de este país hayan tenido que tomar medidas de emergencia para ayudar a la población.

En la zona se estima que hay más de 3 millones de personas afectadas, pero lo más preocupante es que lejos de encontrar una solución para disminuir esta cifra ya hay otras 900.000 que se encuentran en situación de alto riesgo, incrementado los índices de mortalidad infantil debido a la malnutrición o a la desnutrición extrema, es por esto que se espera que en las próximas diferentes naciones del mundo comiencen a enviar ayudas.

El último fenómeno del Niño ha afectado considerablemente a cientos de países, y lo peor es que después de todo el padecimiento que se ha vivido se ha confirmado que en la humanidad entrará en el fenómeno de la Niña, el cual si bien es justamente lo opuesto también traerá enormes dificultades para todos los pobladores del mundo pero sobre todo a los más humildes.

América Latina y el Caribe son regiones del mundo en donde la inclemencia del clima afecta con mayor contundencia que en otras latitudes, sobre todo por la gran cantidad población pobre, que tienen condiciones habitacionales realmente muy precarias y en las cuales tanto las inundaciones como las sequías dejan secuelas irreparables no solo para las economías sino para la vida misma de sus pobladores.

En la última década en esta región también se vieron afectadas más de 4 millones de personas por las sequías y las pérdidas en las cosechas, además más de cinco millones sufrieron de las temperaturas extremas, lo grave es que las proyecciones son aterradores, ya que según un informe llevado a cabo por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático para el 2020 el aumento de personas que sufrirán de hambruna se incrementará hasta los 5 millones de habitantes, pero de no corregirse las políticas económicas en el 2050 podrían a ser 26 millones de personas.

La OMS plantea una urgencia en corregir las políticas sociales en estos países, ya que en gran medida los problemas tienden a incrementarse y si a esto le sumamos la tendencia mundial al calentamiento global Latinoamérica está a las puertas de vivir una crisis social de dimensiones apocalípticas.

Por el momento se están trazando planes que ayuden a garantizar el abastecimiento de agua para los cultivos, los animales pero sobre todas las cosas las personas, ya que por el momento todas las medidas tomadas por los gobiernos han sido completamente paliativas, por lo que de no encontrar una solución contundente, la hambruna y la muerte de gran parte de estas poblaciones se encuentra latente.

En cuanto al gobierno de Guatemala las medidas tomadas han sido tardías, no previeron el impacto que podría tener el fenómeno del niño, por lo que las políticas para el manejo de cuencas ya había estado afectado por la sequía inicial, por lo que no tuvieron muchas posibilidades de revertir los procesos que el fenómeno del niño ocasionó, generando la crisis social y económica que en la actualidad están viviendo y de la cual no tendrán mucho tiempo de reponerse, porque estamos en la antesala del fenómeno de la Niña.

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