Un secreto de las hormigas contra la sequía

 

Hay un estudio que ha sido recientemente publicado en una revista científica británica que ha postulado una hipótesis que ha deja al mundo académico y científico estupefactos, ya que señalan que las hormigas agricultoras, habría creado esta actividad en su especie para justamente resguardarse de la sequía, además estiman que son capaces de proteger sus cultivos de las enfermedades, parásitos, y en general lograr desarrollar una serie de actividades que afirman en la revista británica Proceedings of the Royal Society B.

La publicación hecha afirma que las hormigas desarrollaron métodos similares a la agricultura humana muchos millones de años antes a lo que el hombre logró desarrollar, teniendo como punto de partida también las sequías, ya que según afirman en este estudio la necesidad de tener alimentos sin importar las inclemencias climáticas llevó a las hormigas a este tipo de evolución, al menos esto afirman en la publicación llevada a cabo dentro de este medio de comunicación británico que goza de gran reputación y está muy lejos de ser un tabloide.

En declaraciones hechas a algunos medios de comunicación, el autor del artículo Michael Branstetter, del Smithsonian’s National Museum of Natural History en Estados Unidos señala que: «Las hormigas cortadoras de hojas representan uno de los raros grupos de animales en haber desarrollado la agricultura».

En definitiva esto que representa una rareza, siendo la agricultura una actividad que para muchos parecía parte del monopolio humano sobre el planeta, ahora parece que nuestra raza no ha sido la pionera en este campo, además el desarrollo de las hormigas ha surgido a raíz de un problema meteorológico, una situación muy similar a la que se presenta en la actualidad, que tiene que ver con el acceso al agua así como también a los alimentos por una parte importante de la humanidad, en muchos casos como el africano un problema fundamentado en el clima devastador de ese continente.

El proceso es fundamental en la dieta de las hormigas, ya que en sus hormigueros hay unza especial para el cultivo de hongo, siendo parte de unos mini campos subterráneos que les permiten garantizar el abastecimiento de comida, siendo un proceso que se supone considerablemente antiguo e intrínseco a esta especie, algo que claramente constituye una rareza, que puede ser el punto de inicio al encuentro de una sabiduría animal hasta el momento desconocida por el hombre.

El hallazgo de la facetas agricultora de las hormigas ya era conocido dentro de la comunidad científica, y los especialistas en esta especie, pero lo que no se ha logrado terminar de desarrollar es la explicación de cómo dentro de un proceso instintivo,  se desarrolló una actividad que al hombre le llevó millones de años y de evoluciones, además de un montón de procesos dentro de las condiciones nómadas a ser sedentarios para encontrar una manera de mantener abastecimiento de alimentos de manera sostenible y prolongada en el tiempo y no depender de las bondades naturales.

Pensar ahora a las hormigas como animales capaces de desarrollar una actividad que hizo que el mismo hombre clasificará a sus antecesores como un ser más evolucionado, plantea claramente un desafío para la ciencia, tomando en cuenta nuevamente que seres no conscientes y exclusivamente instintivos desarrollaron una actividad de la cual además de lograr desarrollar el concepto de una necesidad ante la alimentación, también han transmitido un conocimiento para defender sus cultivos.

Es que no solo es un proceso aleatorio, sino que se ha comprobado en este estudio que las hormigas son capaces de defender sus cosechas, no dejarlos contagiar de enfermedades, de los parásitos o de la sequía a una escala y a un nivel de eficacia que rivaliza con la agricultura humana.

En el estudio han trabajado sobre el ADN, con el no menor esfuerzo de recolectar 119 taxones de hormigas para así llegar al más antiguo de las hormigas cortadoras de hojas, a lo cual han declarado los investigadores: «Hemos descubierto que las hormigas se iniciaron probablemente en la agricultura en los hábitats secos de Suramérica», además: «También constatamos que el cultivo de hongos empezó hace 30 millones de años durante un periodo en el que el planeta se enfriaba, y las zonas secas se iban extendiendo».

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