Trabajan para acabar la sequía en África

 

Uno de los mayores problemas que tiene el continente africano con respecto al acceso al agua además de la sequía frecuente por estas tierras es lo precario de sus actividades agrícolas y ganaderas, en muchos casos la producción está fundamentada en un negocio familiar que se ha sabido compartir el conocimiento a lo largo de las generaciones pero que no llegan a generar un modo más profesional de producción que les permita disminuir el impacto de las variables climatológicas en sus actividades económicas.

Desconocer que uno de los continentes con condiciones meteorológicas es África, sería quitarle gravedad a la problemática de esta región del mundo que se debate entre la pobreza, el atraso, las condiciones sociales extremas, la violencia, dejando por fuera otros factores determinantes como las influencias religiosas desmedidas y las tradiciones milenarias que ya nada tienen que ver con las necesidades del mundo moderno.

El problema radica en como revertir las costumbres que han aplicado a lo largo de la historia, tratando de sobrellevar condiciones adversas tales como las frecuentes sequías, que generan que las cosechas se pierdan con muchas frecuencia, un sistema financiero poco asistencialista para los granjeros y por ende una muy escasa posibilidad de lograr un desarrollo económico para las miles de familias que viven de las actividades agrícolas o ganaderas.

Este tipo de fenómenos gobiernan las condiciones de gran parte de las naciones africanas, con sequías intolerables, con productores pobres sin muchas posibilidades de encontrar herramientas que les permitan crecer, ahora que pasaría si se comenzara a pensar ese continente como una gran industria capaz de producir toneladas de alimentos, capaces de competir en los mercados del primer mundo, en dónde tendría que llevarse a cabo el cambio.

La mentalidad de los pobladores es muy compleja de intervenir, con cosechas pérdidas, entregados a la derrota, pero es justamente ahí en donde se debería trabajar con más ímpetu, en derrotar los principios milenarios de estas culturas inyectarlos un poco de la devastadora competitividad del capitalismo y darles un terrible empujón que los inserte en el mundo moderno y en los mercado globalizados.

No hace mucho tiempo salió en los principales medios de comunicación del mundo una iniciativa que ayudaba a que pequeños productores de Colombia vendieran sus cosechas por internet, se agruparon varios mini productores que estaban repartidos por la agreste geografía y decidieron constituir un centro de acopio de mercancía desde donde distribuían a las grandes ciudades, por el momento como piloto parece ir teniendo éxito, pero este grupo de personas apoyados por la capacitación del estado han encontrado una manera de perfeccionar su logística de venta y distribución, así como también incrementar su producción por el necesario aumento de mercado, ya que no solo venden el ámbito local sino también a nivel nacional.

Es importante pensar que para que en África se puedan dar grandes cambios hay que trabajar en conjunto en educación y capacitación para que aprendan a desarrollar sus labores dentro de las nuevas condiciones dentro de otras cosas meteorológicas, las tradiciones hablan de conocimientos que en la actualidad se presentan como obsoletos, teniendo en cuenta que toda la climatología se ha ido transformando y con muchas más intensidad en la última década. El conocimiento en este tipo de actividades escudado en tradiciones religiosas puede ser uno de los elementos que más entorpezcan el desarrollo de las actividades económicas de este continente.

Cómo en otros temas que hemos tratado, las políticas para poder llevar a cabo este cambio tendrán que ser tomadas desde los Gobiernos locales quienes en definitiva tendrán que ser los que se encarguen de aliviar a sus pobladores, e intenten llevar a una África quedada en el tiempo en muchas de sus regiones a una era distinta, en donde se integren al mundo como parte activa de los mercados y no como un peso muerto que debe ser asistido, todas las naciones deberán trabajar para equipar posibilidades de competencia y de esta manera poder incluso ampliar mercados.

Pensándolo de manera práctica, se debería contemplar la necesidad de conseguir que en África el nivel de vida medio llegue a la altura de ser consumidores de las marcas occidentales para que de esta manera se puedan ampliar los mercados.

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