En las últimas horas, la Agencia Estatal de Meteorología ha activado alertas en gran parte del territorio español, en este caso los anuncios en ninguna región alcanzan a tener una relevancia de alta probabilidad de peligro, pero si llama la atención de los habitantes para que tengan las precauciones del caso, principalmente las razones de estos llamados tiene que ver con las intensas lluvias que se esperan para las próximas horas, lo mismo que el fuerte viento que comenzará a sentirse en gran parte de la Península.
La AEMET ha decretado la alerta amarilla o naranja en 36 provincias de catorce comunidades, ya que se estima las condiciones meteorológicas para las próximas horas sean muy adversas, llegando en algunas regiones a presentar fuertes oleajes, productos e inconvenientes típicos de sucesos meteorológicos como los que se están viviendo en España.
En su gran mayoría los avisos son de nivel amarillo, lo cual significa que las condiciones meteorológicas no ponen en riesgo alguno a la población en general, aunque se deben tomar las precauciones del caso principalmente con algunos tipos de población o para las actividades al aire libre.
Donde se presentan las alertas naranjas según el comunicado de AEMET se adiciona a las condiciones de intensas precipitaciones y vientos fuertes, fenómenos costeros que pueden llegar a generar un nivel de peligro más considerable por el incremento del nivel del oleaje, principalmente en Cataluña y Galicia.
Las probabilidades de intensas precipitaciones se repartirán en muchas regiones, principalmente en la mitad sur peninsular y en el área pirenaica, tales como Extremadura, Andalucía, sur de Castilla–La Mancha, además del norte de Aragón y en Cataluña, además en las Baleares se presentará un fenómeno parecido pero un poco más débil.
En consecuencia de esta alerta de AEMET en algunas ciudades se han tomado medidas para tratar de contrarrestar las dificultades que generar este tipo de fenómenos meteorológicos, tales como el refuerzo en las medidas de gestión de tráfico que han sido llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, principalmente habilitando un servicio especial de grúas con la cuales retirarán cualquier vehículo que presente incidencias en la M-30, servicio que será prestado por la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
Si bien esta alerta cubre gran parte del territorio español, hay algunas regiones que se eximen de esta alerta, tal es el caso de las islas Canarias, en donde el tiempo será nuboso, y en donde hay algunas probabilidades débiles de precipitaciones principalmente en el norte de las islas occidentales.
En cuanto a la cota de nieve peninsular seguirá bajando a lo largo de los próximos días, llegando a niveles dentro de los promedios habituales en esta época del año, por ejemplo en la cordillera cantábrica y el noroeste península quedará entorno a los 1.000 – 1200 metros, mientras que en el sistema Central e Ibérico se ubicará entre los 1.400 – 1.600 metros, por su parte en los Pirineo estará por encima de los 1.800 metros.
La temperatura en la mayor parte de la Península se mantendrá sin mayores descensos, aunque mantendrá el proceso de disminución que es característico de estos meses en el Hemisferio Norte, ya que en la medida que nos acerquemos cada vez más a Enero, el frío será cada vez más intenso, y las condiciones meteorológicas estarán dentro de los valores medios que implican esta estación en cada una de las regiones.
Es importante tener en cuenta que los anuncios de AEMET tienen siempre una intención de prevenir a la población en general, para que el clima no se termine convirtiendo en un factor de riesgo inminente y se puedan tomar los recaudos del caso para evitar situaciones desafortunadas.
Cuando no hay ningún de alteración climática se mantiene el anuncio verde, en donde se ratifica que no habrá ningún tipo de suceso que represente un peligro, la alerta amarilla por su parte, tiene como significado que no existe riesgo meteorológico para la población pero si para algunas actividades, por su parte la naranja ya habla de un riesgo importante, por lo hay un grado mayor de peligro para las actividades usuales, mientras que la roja habla de riesgo extremo, estando en literal peligro las personas que se encuentran en la región en donde se decrete una alerta de esta índole.