La luna tiene una influencia directa sobre los terremotos

Un grupo de geólogos japoneses ha publicado un estudio más que comentado por la comunidad científica en todo el mundo y es que por primera vez se plantea la estrecha relación entre la luna y los terremotos, según las consecuencias planteadas por en el artículo es mucho más factible un terremoto cuando la fase lunar se encuentra en plenilunio o en luna nueva.

Si bien el estudio dista mucho de estar completamente aceptado, la solo hipótesis deja abierto un debate interesante, teniendo en cuenta que ya se habían comprobado otras influencias naturales del satélite en la tierra, como es el caso de las mareas, pero al parecer con las conclusiones obtenidas se podría establecer que todo este conjunto incrementa las posibilidades de darse terremotos o movimientos telúricos de media y alta intensidad.

Parecería parte de los mitos que han acompañado a la humanidad desde siempre, cabe recordar que la luna llena la han culpado de muchos males, ejemplo los hombres lobo o la expresión lunático y el efecto de la luna llena sobre la cordura, hay quienes incluso han afirmado sobre el insomnio entre otros efectos negativos, pero el estudio presentado dista mucho sobre estas especulaciones de la tradición cultural, ya que se ha desarrollado dentro de un marco de académico rigor científico.

El estudio realizado por el departamento de ciencias de la Tierra y el Instituto de Investigación Sísmica de la Universidad de Tokio, ha detallado principalmente todos los movimientos telúricos de gran intensidad, es decir a partir de los 5,5 grados en la escala de Richter, relacionando la fase lunar y por consiguiente las mareas, concluyendo la estrecha relación que tienen los movimientos telúricos con el satélite.

La relación más marcada y casi exacta se ha encontrado en los terremotos de más de 5,5 grados, los de menor intensidad no han cumplido con la norma, descubriendo por ejemplo que el terremoto de Sumatra en el 2004, el de Chile en el 2010 y el de Japón en el 2011 se encontraban dentro de una de estas fases lunares, por lo que sus mareas previamente ha al episodio geológico mostraban alteraciones producto de la influencia lunar.

Para entender esta revolucionaria conclusión es necesario entender la posición de la luna y el sol durante las diferentes fases en relación con el movimiento de la tierra, principalmente la luna llena y nueva tiene como particularidad que suceden cuando el Sol, la Luna y la Tierra están prácticamente alineadas, siendo más específicos cuando sucede el plenilunio la tierra está, prácticamente, en el medio entre el Sol y la Luna, viendo la Luna completamente iluminada por el sol, mientras que la luna nueva sucede cuando la luna se ubica entre el sol y la tierra por lo que no vemos la mitad del satélite que está iluminada, en los dos casos esta alineación es relativa, ya que de ser exacta presenciaríamos un eclipse cada mes.

Las mareas vivas suceden justamente cuando la gravedad del sol y la luna se suman para levantar el nivel de los océanos, teniendo en el caso de la luna llena, la fuerza desde extremos opuestos, mientras que en la luna nueva se suman las fuerzas desde el mismo punto, aunque más allá de esto en las dos situaciones la gravedad ejercida no se contrapone sino que por el contrario se incrementa al sumarse en las aguas los dos efectos.

El factor determinante para llegar a la conclusión obtenida por los científicos japoneses es que las fallas terrestres que están propensas a desplazarse o con una importante posibilidad de desequilibrarse, al recibir el impacto de las mareas y el poder incrementado por la gravedad del sol y la luna, pueden generar el empujón definitivo para generar los terremotos.

Es importante recordar que la marea no solo tiene influencia en las corrientes marinas, sino que por el contrario también tiene influencia sobre los estratos sólidos en donde se encuentran las fallas, por lo que su influencia, incrementando su poder durante la luna nueva y llena podría ser la causante perfecta para los terremotos de mayor intensidad.

En definitiva tampoco esta hipótesis permite realizar una predicción de los terremotos, pero al menos permite entender dentro del efecto domino que sucede después de la primera fractura, qué sucede y que potencia la influencia de los sucesivos movimientos hasta que llegan a la superficie como un movimiento telúrico.

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