¿El verano tiene relación con los problemas de sueño?

 

Dar vueltas en la cama sin encontrar como conciliar el sueño parece una constante en las noches estivales, siendo una época en donde muchos factores convergen para hacer que sea mucho más difícil descansar, por ejemplo la falta de rutina, el calor, los ruidos molestos, son algunos de los protagonistas para garantizar unas cuantas horas de insomnio.

Dormir a pierna suelta es la mejor manera de descansar, nada más revitalizante que abrir los ojos a la mañana cuando el cuerpo así lo determine y sin tener que haber escuchado ruidos molestos, ni haber sufrido por el calor, mucho menos sin haber tenido largas horas de desesperante insomnio, por lo que a continuación os daremos algunos consejos, pero sobre todo mostraremos un panorama no muy comentado de los problemas que trae para el organismo no descansar lo suficiente.

Según una encuesta publicada en varios medios de comunicación el 48% de la población española tiene en épocas estivales serios problemas para iniciar el sueño y un 20% para mantenerlo, siendo las dos circunstancias serias causas para algunos quebrantos de salud o para acumular problemas anímicos.

Suena contradictorio pensar que en época de vacaciones sea el momento en donde más les cuesta a los españoles descansar, estas cifras fueron publicadas por la Sociedad Española de Neurología (SEN), la cual además mostró principal preocupación al indicar que el 10% de la población tiene algún tipo de trastorno crónico de sueño.

El calor, sin lugar a dudas, es uno de los factores que más perjudican el sueño, nada más incómodo que acostarse en un ambiente caliente, en donde no podamos refrigerar nuestro cuerpo hasta llevarlo a una temperatura agradable, pero en épocas estivales este es solo uno de los factores, el cambio de las horas de luz también afecta seriamente la regulación natural con los horarios, haciendo que el cuerpo sienta sueño mucho más tarde de lo normal, tal cual como explican en las conclusiones de este estudio esta importante institución española.

Biológicamente el sueño está relaciona con una hormona encargada de provocar sueño, y esta solo se libera cuando llega el ocaso, ya que está directamente relacionada con la percepción de luz, además de otros factores, este componente se llama melatonina y es justamente en épocas estivales cuando se hace más escasa o más tardía en nuestro organismo.

El proceso de despertar también sucede gracias a otra hormona, en este caso es el cortisol, la cual comienza a segregarse con el regreso de la luz, pero para poder activar el cuerpo y terminar de despejar la melatonina es necesario que el cuerpo comience a recibir los primeros rayos de sol.

Otro de los problemas frecuentes para dormir en el verano son los ruidos, ya que en estas épocas aparecen circunstancias particulares como la cantidad de terrazas nocturnas que generan ruido por todos los rincones de la Península, así como también la actividad por las calles, hasta horas mucho más elevadas de la noche.

Al respecto, la Organización Mundial para la Salud (OMS), advierte que el 55% de la población europea está expuesta más de los 55 decibelios noche recomendados para cualquier ser humano, además señala que al acostumbrarnos a estos excesos de ruido las secuelas para nuestros organismos suelen ser nefastas, afectando la salud cardiovascular y mental.

Desde la Sociedad Española de Sueño resaltan que uno de los factores más importante para regular y mantener la calidad de sueño está en la alimentación regulada, así como también en el deporte y los hábitos sociales o de trabajo, ya que el cuerpo funciona mejor cuando se tiene una rutina disciplinada y regulada, por lo que claramente en las vacaciones todo esto se pierde afectando la capacidad del organismo de conciliar el sueño.

Dormir bien y la suficiente cantidad de horas, debe ser una preocupación sobre todo en edades adultas, ya que según explican los expertos, solo al dormir el organismo realiza procesos biológicos fundamentales que ayudar a regular las funciones de nuestro organismo, teniendo principal incidencia en algunas funciones cerebrales. Cuando no se cumple con el ciclo natural podemos evidenciar un incremento importante del estrés, además de niveles muy elevados de ansiedad, aumento de la capacidad de irritación entre otros elementos perjudiciales en el tiempo para nuestra salud.

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