Predicción para la primavera española 2017

 

Desafortunadamente el calentamiento global seguirá haciendo de las suyas, de esto no hay duda, es por esto que cuando se han conocido las predicciones estacionales de AEMET para España ha muy pocos ha sorprendido que se esperen temperaturas más altas de lo normal para la temporada primaveral, la buena noticia es que los valores de precipitaciones se esperan dentro de las medias habituales, una excelente noticia teniendo en cuenta de los pésimos valores con los que terminamos el invierno en España.

Para ser más claros el invierno ha sido el cuarto más cálido de este siglo, mientras que las precipitaciones que se han generado están un 20% por debajo de la media, algo que tiene relación con los movimientos climatológicos y la tendencia que se viven todas las latitudes debido al cambio climático.

La portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Ana Casals  ha indicado el día de hoy en Madrid las predicciones estacionales para la primavera española 2017, algo que fue comunicado en conjunto con otros expertos de la Agencia y quienes han hecho un análisis meteorológico del invierno, evidenciando en sus cifras las observaciones de los episodios de altas temperaturas vividos, así como también las cantidades de lluvia y nieve recibidas en el trimestres invernal.

En general las predicciones para la primavera se enmarcan en la declaración de la portavoz cuando señaló: “la situación más probable es que la temperatura alcance valores superiores a los normales en toda España”, teniendo en comparación el periodo de tiempo comprendido entre 1981 y 2010, mientras que se espera que las precipitaciones estén dentro de los valores promedio que se han presentado durante el mismo periodo de tiempo.

Por su parte el invierno ha tenido valores meteorológicos alarmantes, teniendo como punto de referencia las observaciones realizadas desde el 1 de diciembre de 2016 hasya el 28 de febrero de 2017, teniendo como principal descripción al invierno español como una estación considerablemente cálida en su comparativa, con un promedio de temperatura media de 8,5 grados centígrados, algo que indica un incremento de temperatura en el promedio de 0,6° en su comparación con la media entre el 1981 y 2010.

En este siglo podemos decir que hemos pasado por el cuarto más caluroso, teniendo por encima nada más a los vividos en el 2015-2016, 2000-2001 y 2007-2008, mientras que si tomamos como punto de referencia todos los inviernos registrados dentro del archivo de AEMET desde 1965 se ubica en la decimotercera posición.

Las anomalías en las temperaturas se dieron de manera muy irregular, es decir que no en toda la Península Ibérica se incrementaron las mediciones térmicas de manera homogénea, puesto que en algunas comunidades los incrementos fueron mayores, como lo sucedido en promedio en Galicia en donde se incrementó en 1° el promedio histórico, fenómeno que se repitió en el este de Cataluña, así como también en regiones costeras de la Comunidad Valenciana y Murcia, Baleares y en zonas de montaña del Pirineo central, el Sistema Ibérico, el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica.

Lo interesante es que algunas regiones se logró disminuir las temperaturas en su promedio, algo que desafortunamante se presentó como hechos aislados en algunas escasas regiones como algunas pareas de la cuenca del Ebro, además del suroeste de Castilla y León, el sureste de Castilla-La Mancha y zonas montañosas de Andalucía en donde las mediciones térmicas estuvieron 1° centígrado por debajo de la media histórica.

En cuanto al año hidrológico que tiene su inicio el 1 de octubre, se han presentado valores un 5% por debajo de lo normal, aunque algunas precipitaciones intensas a finales de noviembre hicieron igualar las medias, incluso hasta ese momento se habían incrementado los mm recibidos en un 6%. Lastimosamente la cifra no se mantuvo dentro de esa tendencia sino que por el contrario se fue perdiendo la intensidad y la frecuencia, llegando a estar en valores muy por debajo del promedio histórico.

La segunda quincena de enero fue una de las más alarmantes en este periodo de tiempo, ya que se encontraron valores un 18% menos en precipitaciones, pero después los valores de febrero se encontraron dentro de los promedios habituales, y se acumularon cantidades estándar, pero después nuevamente en marzo de 2017 ya se perdió nuevamente la tendencia y se contrajeron las precipitaciones en un 5%.

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