No todas las nubes son iguales y cada vez hay más clases

 

Desde el 1 de abril de este año la Organización Meteorológica Mundial ha dado a conocer un nuevo Atlas Internacional de las Nubes, en el cual se han actualizado algunas formaciones en este campo, siendo una gran noticia ya que desde 1987 no se generaba ninguna información novedosa en este campo, y ahora se agregan algunas categorías importantes que tiene como objetivo aportar en las investigaciones que se llevan en el mundo entero por parte de aficionados y científicos en este campo.

Esta nueva versión tiene dos particularidades principales, una casi de índole romántica que tiene que ver con esta edición estará completamente enfocada a una versión digital, mientras que la anterior se llevó a cabo es una muy trabajada y elaborada edición en papel, la otra es que este relanzamiento tiene que ver con la aparición de nuevas categorías de nubes, un trabajo muy celebrado entre los estudiosos de esta materia.

La primera versión del Atlas de las nubes se hizo en 1896, en aquel momento solo se contó con 28 imágenes en color, la nueva edición tiene un potencial interactivo maravilloso, con cientos de fotografías en resoluciones impresionantes, así como también con 12 nuevos tipos de nubes.

La clasificación de las nubes es muy similar a las de los animales, ya que se clasifican en géneros, especies, entre otras categorías muy definidas y con características muy específicas, además se cuentan con categorías inferiores que tienen todas las denominaciones en latín. El lugar de formación influyen en su clasificación como por ejemplo lo que sucede con los os altocumulus, unas formaciones que en el cielo parecen un rebaño, teniendo en el marco de esta formación una serie de expresiones y creencias populares, pero que en realidad es una formación común y corriente dentro de la ciencia que observa los cielos.

Dentro de las nuevas especies se encuentra la bautizada como volutus o nube enrollada como ha sido denominada en castellano, la cual ha sido descrita y aceptada como una masa de altura baja, que tiene una forma de tubo y que parece enrollarse en un eje horizontal. También dentro de la nueva edición del atlas aparece una nube accesoria denominada flumen o cola de castor, la cual tiene la particularidad de estar siempre asociada a fuertes tormentas en rotación denominadas como supercélulas.

Otras de las novedades más importantes dentro de esta nueva edición pasa por la aceptación de cinco nuevos rasgos complementarios. Asperitas es el primero de los rasgos y aparece en el Atlas después de una presión de años por parte de la Cloud Appreciation Society la cual se dedicó a promover esta desde el 2008 y a mostrar cientos de fotos obtenidas en todo el mundo con nubes que se parecen a la superficie ondulante del mar pero vista desde una perspectiva contraria, a lo cual la Organización la denominó como parte de una ciencia ciudadana que se impulsó a nivel global por la facilidad de la interacción producto de internet y los dispositivos móviles inteligentes.

Otra de las novedades tiene que ver con la introducción de nubes especiales, de la cuales cuatro están relacionadas con factores que disparan la formación de las nubes: la primera tiene que ver específicamente con las cataratas y fue denominada cataractagenitus, la segunda tiene una relación directa con las fuentes de calor intensos, tales como incendios forestales de grandes magnitudes y se denominó flammagenitus, por su parte la tercera se relacionó con los bosques húmedos, y la llamaron silvagenitus, y por último la homogenitus que se generan por las estelas de condensación que dejan los aviones.

El tiempo que se han tomado para seguir avanzando en esta ciencia es de 30 años, pero está claro que después de ese tiempo se han encontrado grandes adelantos que permiten a los científicos, observadores pero principalmente a los Servicios Meteorológicos del mundo enteró hacer mejores lecturas cuyo objetivo es siempre mejorar la capacidad predictiva ante los fenómenos de la naturaleza, algo que será fundamental teniendo en cuenta las inclemencias que se presentan ante la climatología cada vez más extrema por el calentamiento global.

Este tipo de organizaciones irán teniendo cada vez más protagonismo y si bien ya salvan vidas con las predicciones, es factible que con el tiempo tomen más importancia dada las condiciones extremas de la naturaleza.

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