Un iceberg gigante se vuelve atracción turística en Canadá

 

Los espectáculos naturales en muchos casos ligados con la meteorología pueden convertir un paraje perdido en el mundo en una gran atracción turística, este es el ejemplo de lo que hace pocos días se ha visto en Canadá en donde un iceberg gigantesco se ha acercado a las costas de una pequeña localidad, sembrando tal inquietud que miles de personas se han acercado para ver este espectáculo no del todo ajeno en esta región del mundo, pero que dadas sus dimensiones los registros de ese país de América lo tienen como un hecho histórico y por ende habitantes de muchos rincones del planeta han aprovechado para apreciar esta enorme formación de hielo.

El poblado de Ferryland se encuentra en la costa de Canadá y es muy frecuente en esta región conocida como el corredor de los icebergs que se ven flotando grandes bloques de hielo que se desprenden del ártico, ya que su mayoría bajan flotando hacia el sur, pero lo que marca un hito son varias condiciones completamente atípicas, la primera tiene que ver con las dimensiones, la segunda es que se acerque tanto a tierra y lo más impresionante es que se quede quieto, sin seguir su rumbo hasta su posterior desaparición.

Este fenómeno ha marcado por completo un precedente, y ha despertado la curiosidad de miles de personas, pero también de la comunidad científica, dado que al no ser un evento frecuente vale crear un estudio que permita generar una explicación a un fenómeno como este, mientras tanto el poblado aprovecha una bonanza turística única.

Por ahora parece que el iceberg se quebró al impactar con el fondo marino y esto ha ocasionado que se quede varado en la costa de la isla de Nwefoundland, por lo que sus 500 habitantes han aprovechado para recibir a ciento de tusristas que han llegado hasta el pequeño poblado para ver como el paisaje ha sido completamente transformado por una roca de hielo de más de 120 metros, aunque en la superficie solo se logra apreciar alrededor de 50 metros.

Un pequeño pueblo de Canadá, llamado Ferryland y que no llega ni a los 500 habitantes, se ha llenado de turistas en la última semana gracias a la aparición de un iceberg que sobresale casi 50 metros del mar. El bloque de hielo, del tamaño de un edificio de 18 plantas, se ha instalado cerca de la costa, al este del país. Decenas de personas y fotógrafos han acudido a la zona hasta el punto que el domingo de Pascua colapsaron los caminos para llegar, según publica el medio local CBC News.

Para el Servicio Canadiense de Hielo este iceberg se encuentra dentro de la clasificación 4 de 5 según su tamaño, es decir que es considerado grande, algo que solo consigue una roca de hielo capaz de sobre salir del agua con una superficie de 46 a 75 metros, y tener una longitud entre 121 a  200 metros, si hacemos una proporción con edificaciones modernas, tendríamos que comparar con un edificio de 18 plantas en la parte que emerge del agua, pero en su totalidad, bien podría ser comparado con edificaciones de las dimensiones del Edificio España en Madrid.

Una de las anormalidades de este suceso tiene que ver principalmente por la cercanía con la costa, dado que la cantidad de hielo que permanece bajo el agua por lo general impide este tipo de acercamiento, ya que la masa inferior lo hace impactar mucho antes con el fondo marino, generando que además de irse quebrando y perdiendo volumen, sea imposible que se acerque a las costas, otra particularidad tiene que ver con el aparente estancamiento del mismo, ya que por lo general estas grandes formación de hielo siguen su rumbo hacia el sur, hasta desaparecer por el cambio de las temperaturas.

En esta  región hay determinada una época de icebergs y este monumento a la enormidad ha sido el primero de la temporada, la cual va desde la primavera hasta finales de septiembre, siendo una época de mucha precaución para la navegación.

La explicación de esta temporada alta de icebergs radica en las altas temperaturas del ártico en esta época del año y el desprendimiento de estos bloques, los cuales se esperan que para este año alcancen a ser más de 648, cifra informada por la Patrulla Internacional de Hielo, la cual se encarga de monitorear estas formaciones de hielo a lo largo y ancho de los océanos Atlántico y Ártico.

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