El cambio climático pone en riesgo a Venecia y la Estatua de la Libertad

Es una realidad ya muy antigua que el cambio climático está poniendo un riesgo una importante cantidad de factores en el mundo entero, también se sabe que hay regiones que están teniendo que transformar cosechas o producciones para poder mantener el ritmo de cambio, pero cada vez se ven más amenazados por la subida del mar algunos tesoros invaluables de la historia de la humanidad como la ciudad de Venecia o la Estatua de la Libertad.

El mundo tiene un clima cada vez más amenazante para todos los seres vivos de esta planeta, parece que la naturaleza está dispuesta a pasar la cuenta de cobro por todos los desmanes que los humanos hemos contenido a lo largo de la historia y es por esto que se pueden ver catástrofes terribles en cada uno de los rincones, afectando toda la vida humana y poniendo en peligro a todo el planeta, al menos de la manera en la que lo conocemos.

La preocupación es global, en Venecia ven cada vez como aumenta el nivel del mar, amenazando las joyas arquitectónicas que en esa ciudad residen, erosionados con cada vez más fuerza e intensidad, por su parte, al otro lado del planeta el fenómeno del niño amenaza con la extinción de 180 especies animales y vegetales en las Islas Galápagos en Ecuador, y en el otro extremo, a más de 4000 kilómetros, en Nueva York, la Estatua de la Libertad, sucumbe ante la intensidad cada vez más salvaje de las tormentas que acechan en esta ciudad.

Todas estas afirmaciones aparecen en las conclusiones de un detallado informe generado por la UNESCO, en el cual se detallan todas las consecuencias que está teniendo el cambio climático en nuestro planeta, y que de seguir en ese sentido afectará de manera irreparable el Patrimonio Histórico de la Humanidad.

El estudio llevado a cabo se realizó en 31 lugares de 29 países, en donde el padecimiento a las efectos del calentamiento global comienzan a sufrir consecuencias irreparables, aunque la buena noticia es que por ahora en España no se aprecia que este fenómeno mundial tenga una consecuencia latente como lo que sí se observó por las latitudes estudiadas.

Estas investigaciones parte de pruebas científicas irrefutables, según las Naciones Unidas, y en donde demuestran que la concentración en la atmosfera de dióxido de carbono es la más alta en los últimos 800.000 años, así como las temperaturas globales se han incrementado en un grado desde 1880, lo que no solo afecta a todos los ecosistemas sino que también conllevan terribles consecuencias para el Patrimonio de la Humanidad y todo su entorno.

Uno de los ejemplos que impactan es que más de 275 millones de personas viven en directo contacto con un arrecife coral, además más de 90 países sacan provecho del turismo relacionado con esta maravilla de la naturaleza, representando más del 15% del PIB de estas naciones, pero sí no frena el calentamiento a 1,5 grados este ecosistema está destinado a ser una linda foto en internet, pero no una realidad visitable en ningún rincón del planeta.

Los daños son visibles, en Australia afirman que el 35% del coral que compone la Gran Barrera australiana ha muerto, incluso hay otro tanto agonizando, ya que el calor obliga a que el coral expulse el zooxanthellae, el protozoo que le confiere su característico color rojo, con el cual mantiene su simbiosis fundamental para la supervivencia.

El problema afecta a los ecosistemas profundamente, pero también detalla los daños que se están produciendo en el Patrimonio Histórico, por ejemplo las reparaciones del Estatua de la Libertad después del paso del huracán Sandy van a costar alrededor de 100 millones de dólares. Por su parte en el otro extremo del continente americano, en la Isla de Pascua, la escasez de agua por la sequía en el verano, las erosiones de las costas y el aumento en el nivel del mar amenazan a los moai (estatuas características de la isla).

Pero sin duda la conciencia de las naciones al respecto parece haber llegado tarde, es difícil lograr que el calentamiento global disminuya, incluso es factible que antes de volver a valores adecuados, nos enfrentemos a ver catástrofes de magnitudes épicas.

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